Teñir e inmortalizar.

Dado que por estos días los líderes mundiales se reúnen en la COP26 cuya instancia es verdaderamente importante al ser la última oportunidad de frenar el incremento de las temperaturas del planeta, es que retomo este espacio para que reflexionemos como a través del teñido podemos extender el ciclo de vida de nuestra ropa aminorando el gigantesco impacto que hoy proporciona la industria textil al medioambiente.

El Fast Fashion o moda rápida cuyo “beneficio” por un lado es obtener velozmente prendas salidas de la pasarela al consumo masivo temporada tras temporada, ha traído por otro lado, una falta de conciencia respecto de lo que compramos, en que cantidad lo adquirimos y el tiempo de uso de las prendas o accesorios y como consecuencia, un impacto ambiental brutal.

Este comportamiento respecto de la moda representa el 10% de las emisiones de CO2 a nivel global y además aporta anualmente 500 mil toneladas de micro plásticos en los océanos, una situación verdaderamente lamentable.

¿Que puedes hacer tú para cambiar esta situación?

Personalmente considero que toda pequeña acción aporta y contribuye. En este caso debes hacerte cargo de tus prendas, el vertedero no es una opción. También considera el consumo responsable que apunta a la cantidad que consumes y a la calidad de lo que compras. Prefiere siempre que puedas, las fibras de origen natural y que sean biodegradables. Finalmente es fundamental que tomes en consideración el tiempo de uso de tus prendas, atesóralas y conviértelas en parte de tu patrimonio personal, dales un sello único, hazlas propias.

Es así como decidí tomar alguna ropa vieja o aquella que simplemente no me gustaba y con un par de pasos sencillos, utilizando el poder lanero y la magia de los tintes pude transformar las prendas de mi closet en piezas más personales y únicas.

Si quieres teñir tu ropa te aconsejo:

  1. Siempre debes teñir prendas cuya fibra sea natural sea protagonista de la composición, puede ser proteica (lana, alpaca, seda, etc) o vegetal (algodón, viscosa, lino entre otras). El acrílico no se retiñe.
  2. Lava tus prendas con detergente o jabón biodegradable y déjalas humectar en un recipiente al menos una noche.
  3. En la misma agua que humectaste tu prenda incorpora anilina (Aproximadamente un 2% del peso de la fibra) o tinte natural (si es el elemento mismo entre un 30% a un 100% del peso de la fibra o si es extracto entre un 5% a un 8% del peso de la fibra). Usa un recipiente de acero que le de libertad a la fibra y utiliza agua suficiente para que esta quede completamente cubierta, ponlo a calentar hasta que llegues a los 80 grados, nunca debes dejar que el agua hierba, mantén la temperatura controlada.
  4. Usa como mordiente el alumbre potásico o el ácido cítrico al 15% (El alumbre te dará una tinta media, el ácido iluminará o alterará el color, puedes experimentar). Revuelve tu mordiente para que se disuelva en la preparación.
  5. Introduce tu prenda humectada y realiza movimientos ascendentes y descendentes (al menos 3) cada 10 min, pon la tapa.
  6. Pasados 40 min o bien 3 inmersiones con espacios de 10 min. entre ellas, retira tu recipiente del calor y déjalo tapado hasta que esté totalmente frío.
  7. Saca tu prenda teñida y lávala. Guarda el agua de tu recipiente para otra tintada o hacer una nueva mezcla.
  8. Deja secar tu prenda idealmente en posición horizontal para que no se deforme.

Y bien, ya tienes nuevo outfit intervenido por la/el artista mas especial que conoces, tú mism@.

Puedes ir experimentando con amarres especiales, nudos, reservas o el método que prefieras y generar diseños en el pigmentado.


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